JUEVES, 22 DE NOVIEMBRE DE 2012

Por Victor Hernández

El miedo a que 20 o 30 diputados federales protestaran el primero de diciembre obligó al PRI a que Enrique Peña Nieto no de un mensaje en el pleno del Congreso de la Unión luego de tomar protesta el primero de diciembre.

Lo obligó además a buscar la manera de que Peña pudiera entrar por la puerta principal al salón de sesiones.

Lo cual indica que la debilidad del PRI es mucho mayor de la que creemos.

Sólo un partido débil, que temeroso de que a la gente se le recuerde y le quede claro que su "presidente electo" no tiene legitimidad podría estar tan atemorizado por una protesta en San Lázaro.

Por consiguiente, sería un grave error para el PRD si decide no protestar y no tomar una acción contundente mara mostrar que la izquierda es la segunda fuerza política del país.

Mi propuesta es la siguiente:

1. El PRD debe evitar que Peña Nieto entre al salón de sesiones de San Lázaro. Peña hizo fraude y por consiguiente si se quiere imponer en la silla, que lo haga en otro lado. Esto implica bloquear todas las entradas al salón de sesiones para que Peña tenga que tomar protesta en otro salón o qué se yo. Visualmente el mensaje sería contundente: Este ladrón no es presidente y se está imponiendo a la mala en el cargo.

2. Si no pueden bloquear las entradas al salón se sesiones (Y chingada madre, son cerca de 150 diputados de izquierda y decenas de senadores así que ni modo que no puedan) entonces MÍNIMO que tenga que entrar Peña por la puerta de atrás, como Calderón. Que la gentea vea que sólo así, como los rateros, es como Peña podría llegar al poder.

3. NO recomiendo tomar la tribuna, pero sí sugiero que si Peña logra llegar a la tribuna, que lo rodeen los diputados y senadores de izquierda con pancartas con consignas en su contra. Nuevamente, la imagen sería contundente ante los ojos del público.

4. No parar las consignas en contra de Peña Nieto. Que se oiga fuerte y que se oiga lejos: Peña Nieto no tiene legitimidad.

Si el PRD no hace esto, quedará relegado y en calidad de miedoso. La debilidad que está mostrando Peña sería transferida al PRD y el electorado de izquierda, decepcionado, le retiraría el voto a la izquierda.

Es preferible una protesta contundente que deje claro que el PRI es débil, a permitirles el hacerle creer a la gente que no los pueden sacar del poder.

Porque si la gente, con una protesta contundente, ve a un PRI débil que puede ser removido del poder, será más proclive a votar por el partido que se le enfrentó al PRI. Esa es la oportunidad que el PRD no debe desaprovechar.