LUNES, 17 DE DICIEMBRE DE 2012


Adolfo Gilly publica hoy en La Jornada una cronología de los hechos que desembocaron en la represión y violencia ocurrida el primero de Diciembre en San Lázaro y Centro Histórico.

La tesis central de Gilly, la cual comparto, es que se trató de una provocación armada por el gobierno federal. Esencialmente, provocadores incitaron a la violencia. Y esos provocadores estaban coludidos con la policía federal.



Sin embargo, Gilly también revela -sin darse cuenta- la enorme pazguatez en varios de los integrantes de #YoSoy132 de la cual se valieron los provocadores para lograr sus objetivos.

Gilly relata que días antes del primeromde diciembre llegaron al campamento de #YoSoy132 en el Monumento a la Revolución decenas de nuevos elementos que empezaron a incitar a la violencia, dando clases de tiro com arco y flecha dizque para defenderse. Nunca los corrieron.

El día primero, algunos de estos provocadores llegan con carritos del súper llenos de bombas molotov y materiales flamables, así como con bata de béisbol. Tampoco los corrieron ni notificaron a las autoridades.

Gilly intenta justificar a 132 por su negligencia para detener a los provocadores de esta forma:

"Muchos de los estudiantes no estuvieron de acuerdo, pero tampoco pudieron impedir que esos partidarios de la violencia defensiva, sinceros o simuladores, se sumaran a la marcha. Los estudiantes del Movimiento de Aspirantes de la Educación Superior, entre otros grupos, se retiraron."


Bien por los que no quisieron ser parte de una provocación y se fueron. Mal por los que "no pudieron evitar" que marcharan los provocadores con ellos. Un simple aviso a la policía del DF hubiera evitado problemas mayores. Pero no lo hicieron.

Peor: Gilly revela que hubo quienes le entraron a la provocación por un "desafío macho". Es decir de plano por mensos:

"Algunos entonces se retiraron. A otros los retuvo el desafío macho: ¿Qué, tienen miedo? ¡Que se vayan los cobardes! No va a pasar nada, es sólo para defendernos si nos atacan."


Imposible no preguntar: ¿Dónde quedó la inteligencia y la cabeza fría?

Lo que Gilly demuestra es que 132 podrá tener convicciones y lo que quieran, pero no tienen estrategia política y pecaron de ingénuos, lo cual en política es injustificable.

Sí; la culpa es del gobierno federal. En eso coincido y lo denuncio. Pero no puedo solapar a 132 por haber sido algunos de ellos tan pazguatos. Esa pazguatez, a la par con las provocaciones orquestadas desde el gobierno federal, le costó un ojo a un manifestante, casi le cuesta la vida a otro, y le costó la cárcel a decenas de personas inocentes.

"¡¿Cómo te atreves a culpar a 132?!" se desgañitarán algunos. Nos estoy culpando a 132. Estoy diciendo que su falta de estrategia, aunada a la pazguatez de algunos de ellos hicieron posible que los provocadores del gobierno federal lograran su objetivo de causar desmanes para luego poder reprimir.

Debemos ser objetivos y señalar tanto lo bueno como lo malo dem#YoSoy132. Lo bueno: Mantienen la oposición ciudadana al régimen prianista. Lo malo, lo hacen a veces con las patas, basándose en la estrategia de la mentalidad de colmena que no siempre funciona. Pero no se han organizado comomfuerza política, que es lo que hace falta en este momento.

Y aclaro: no culpo a 132 por la represión. Esa responsabilidad es exclusiva del gobierno federal. Señalo a algunos de ellos por pazguatos. Nada más.

PD: Dice Adolfo Gilly también que Marcelo Ebrard ordenó la represión en el Centro Histórico. Eso es falso. Un testimonio de mandos policiacos publicado en Reforma revela que la orden de Ebrard fue detener. Quienes incitaran a la violencia, no a quien fuera. Y un testimonio de un policía en La Jornada dice que los policías arrestaron a quien quisieron por "molestia" e "impotencia." Eso lo que demuestra es que los policías del DF desobedecieron la orden que recibieron e hicieron lo que se les pegó la gana.