Puerto las Ollas, 7 de diciembre. Los campesinos narran la misma situación: los talamontes y el narco están metidos en los ataques a las comunidades serranas aledañas a La Laguna y Puerto las Ollas, incluso conocen que las comunidades de la sierra petatleca viven lo mismo y están amenazados los pobladores, pues si no siembran droga son desplazados “o simplemente te matan”.

El miércoles pasado, en la reunión con la subsecretaria de Asuntos Políticos, Rossana Mora Patiño, el campesino Gildardo Torres, oriundo de La Laguna, manifestó que el gobierno estatal puede detener a los grupos de la delincuencia organizada y talamontes que se han apoderado de las comunidades, “quitarles los documentos (permisos ilegales de tala) y darnos el dinero a nosotros, porque nos lo roban”.

El campesino ecologista Felipe Torres Cruz señaló que “siempre son los mismos, es José Rauda, él es el que manda”.

Otro desplazado de La Laguna manifestó que hace dos años, antes del asesinato del ecologista Rubén Santana, recibió amenazas de los talamontes para que negociara la tala de madera y les serían dados 300 mil pesos para todos los ejidatarios, pero por consenso de la comunidad, decidieron no aceptar. Poco tiempo después, asesinaron a Santana.

Mora Patiño no contestó nada respecto a si habría detenciones a los grupos de talamontes, mientras los campesinos insistían en que “el narco y los talamontes son lo mismo”.

Los nativos de Puerto las Ollas enfatizaron (como hace tres años que entró el Ejército y torturó a los comuneros), que la situación data desde 1990 cuando los talamontes quisieron apoderarse del camino para usarlo de paso para el transporte de enervantes.

Abel Cuevas Morales abundó que han estado en resistencia desde entonces, pero constantemente son amenazados. “Te dicen que les des tus tierras para la siembra de droga, que sembremos droga, pero no hemos permitido entren las mañas”.

Detalló que campesinos de Los Nogales, Hacienda de Dolores y El Durazno se han visto obligados a desplazarse y abandonar las comunidades, y los pocos que quedan son obligados a sembrar droga, de lo contrario “los matan”.