domingo, 28 de octubre de 2012
Desatiende el Estado la tragedia que viven migrantes en el país: ONG
En busca del sueño americano
Son extorsionados por policías, quienes los entregan al crimen organizado, afirma el director de la Casa Nicolás, en Monterrey
De las decenas de miles que cruzan México al año, cada vez menos usan la ruta noreste, por la inseguridad y falta de solidaridad

La Caravana de Madres de Migrantes Desaparecidos, en conferencia de prensa en el Distrito FederalFoto María Luisa Severiano
Sanjuana Martínez
Periódico La Jornada
Domingo 28 de octubre de 2012, p. 2
Lo abandonamos; lo dejamos gritando cuando empezaron a machetearlo. Saltamos del tren dejando al amigo sufriendo, muriendo, pues, dice llorando el hondureño Diego Guillermo Barajas, de 22 años, mientras lava su ropa en un fregadero del albergue católico Casa Nicolás Centro de Apostolado San Nicolás de Tolentino, el único en Monterrey y el noreste de México, una ruta de paso cada vez más peligrosa y solitaria hacia Estados Unidos.
Se seca las lágrimas; dice que la culpa no lo deja dormir. “Seguía yo, por eso no me quedé; no pude salvarlo, no pude. Éramos cuatro, nos conocimos en el camino. Llevábamos muchos días caminando y nos subimos a un vagón de tren para dormir. Extendí un plástico negro para acostarme cuando se subieron varios hombres armados con machetes; uno de ellos agarró a mi amigo y lo hincó. Le dijo: ‘¿con quién vienes? ¿Con esos tres? ¿Quién te mandó, hijo de puta?’, y vimos cómo le dieron los primeros dos machetazos, así nomás, sin razón. Él empezó a rogar: por mi madrecita, yo no he hecho nada. Luego corrimos a la montaña. Nos pasaron cosas bien gachas... de los cuatro sólo quedé yo”.
¿Cuántos migrantes han muerto o desaparecido en su paso por México? Los números de las ONG hablan de una verdadera tragedia que no está siendo atendida por el Estado. El noreste es el trampolín y ya no hay migración masiva, sólo pequeños grupos. La mayoría de los que llegan es porque están bien conectados en la frontera, y si no, pues se quedan en Monterrey, una ciudad muy violenta y poco solidaria con la migración centroamericana, lo que ha provocado una baja considerable en el flujo migratorio en esta zona, dice Arelí Palomo, investigadora de campo para Idheas, Litigio Estratégico de Derechos Humanos, AC.
El trampolín
Fredy Mondragón lleva 19 días de viaje desde que salió de su natal Colón, Honduras. Es la primera vez que intenta cruzar a Estados Unidos; va a Los Ángeles, California, donde viven dos hermanas. Apenas se subió a La Bestia,en cuyo techo viajan hasta mil centroamericanos diariamente, fue testigo de cómo caían tres compatriotas: o mueres en accidente o te matan los mentados grupos del crimen organizado, dice sonriendo.
Está en el dormitorio de la Casa Nicolás; viste pantalón corto color café y camiseta blanca. El lugar está casi vacío, pero tiene la firme intención de llegar a Reynosa, donde lo espera un polleropara pasarlo. En Honduras trabajaba en la siembra de maíz, frijol y café. Ganaba 100 dólares al mes. Con eso no se vive, por eso me armé de valor para pasar por aquí y llegar al otro lado, donde dicen que puedo ganar hasta 2 mil 500 dólares a la semana.
Al lado están Erick Eduardo Rivas y el sobrino de éste, Juan José Rivas. Quieren ir a Carolina del Norte, donde trabajarán en un yonke si finalmente alcanzan su destino. Es una ruta muy peligrosa. Vimos cómo en Veracruz a un señor lo mataron a machetazos; le abrieron el estomago frente a todos. En Lechería vimos cuando un señor se cayó del tren y le partieron las piernas. También, cómo unos hombres con metralleta y puñal bajaron a cuatro muchachas y se las llevaron, dice Erick Eduardo.
Su sobrino, Juan José, de 20 años, recién casado, dejó a su bebé parabuscar progresar, porque como campesino no podía ni mantenerse solo:Con todo lo que he visto me dan ganas de regresarme. Es más, si me llegan a deportar, no vuelvo. Quiero llegar, pero a la vez me da miedo.
Lo más difícil de soportar, además del miedo –dice–, es el hambre. Es lo que más pesa, las ganas de comer. Son días enteros sin probar nada. Uno se siente desmayar, pero el recuerdo de tu gente te hace seguir.
Dice que le gustaría quedarse a trabajar en Monterrey, ya que tiene conocimientos en soldadura, aunque también de eso tiene miedo. El albergue tampoco es un lugar seguro. Hace tres meses secuestraron a tres migrantes hondureños: Jesús Olmos García, Moisés Javier Carrasco y Carlos Alfredo Álvarez, de 17, 20 y 29 años. Esperaban ingresar al centro ubicado en el municipio de Guadalupe cuando pasó una camioneta con hombres fuertemente armados y se los llevaron.
Los centroamericanos son secuestrados como negocio, para pedir rescate a sus familiares de Estados Unidos, o bien, para reclutarlos en los grupos del crimen organizado. Este es un corredor de paso a la frontera. Monterrey es una plaza dura, conflictiva, y el migrante olfatea, se comunican entre ellos. Cada vez llegan menos, ya que es un lugar con poca solidaridad para los migrantes. Los policías los detienen para extorsionarlos y luego los entregan a los grupos del crimen organizado, afirma el presbítero Luis Eduardo Villarreal Ríos, director de la Casa Nicolás, abierta en 2008 con cupo para 75 personas.
Está sentado en un comedor amplio y vacío; apenas hay tres indocumentados en la estancia, tres más en el cuarto de hombres y una mujer en la otra sección.Mientras a Saltillo, Coahuila, llegan oleadas de más de 100 al día, aquí apenas tenemos a 15. Hay mucho miedo. Nos acaban de secuestrar a tres chavos. Seguramente para reclutarlos para trabajo forzado o de sicarios. Incluso, a veces sentimos que tenemos la casa cercada.
Heidi Marisela, de 20 años, dejó San Lorenzo Valle, Honduras, hace 20 días. En la travesía ha padecido todo tipo de abusos. Los garroteros que cuidan el tren le quitaron los 700 pesos que traía y la golpearon. Están acostumbrados a abusar de las mujeres migrantes a cambio de permitirles subir al tren.
Se estima que seis de cada 10 son violadas. Según estadísticas de la Secretaría de Gobernación, anualmente ingresan a México más de 150 mil indocumentados, pero según las organizaciones no gubernamentales, en realidad son alrededor de 400 mil, de los cuales 30 por ciento son mujeres.
El coyote, a quien le pagó mil 500 dólares, la abandonó. Su meta ahora es llegar a Piedras Negras, donde la espera doña Lourdes, el enlace con el pollero,quien finalmente cobrará 3 mil dólares, que serán pagados por su hermana, quien vive en Virginia.
“Policía, migración y crimen organizado lucran con los indocumentados. Los agreden los grupos del hampa, luego los garroteros, el chofer y los coyotes, y siguen siendo invisibles, sólo se percatan de ellos cuando encuentran sus cadáveres”, dice el sacerdote Villarreal.
Heidi Marisela sonríe. Cuenta que vivía con su hermana en Virginia y trabajaba en un restaurante lavando platos, pero las autoridades migratorias de Estados Unidos la deportaron el pasado 17 de abril. Estuvo presa tres meses y medio vestida con uniforme naranja. Compartía celda con una argentina que continuamente abusaba sexualmente de ella con la amenaza de asesinarla: Aun así, quiero volver. Cuando uno pasa para el otro lado siente una vida nueva; algo maravilloso, dice convencida.
Está sola en el dormitorio de mujeres de la Casa Nicolás. Tiene los ojos color miel y una sonrisa que deja ver la pérdida de varios dientes frontales. Dice que en Honduras trabajaba en una empacadora de melones y camarón. Le pagaban dos lempiras por libra, con lo cual no podía vivir. Los mareros la perseguían constantemente e intentaron violarla: Fue horrible. Vida solo hay una. No vale la pena volver a Honduras. Prefiero arriesgarme.
http://www.jornada.unam.mx/2012/10/28/politica/002n1pol
Son extorsionados por policías, quienes los entregan al crimen organizado, afirma el director de la Casa Nicolás, en Monterrey
De las decenas de miles que cruzan México al año, cada vez menos usan la ruta noreste, por la inseguridad y falta de solidaridad
La Caravana de Madres de Migrantes Desaparecidos, en conferencia de prensa en el Distrito FederalFoto María Luisa Severiano
Sanjuana Martínez
Periódico La Jornada
Domingo 28 de octubre de 2012, p. 2
Lo abandonamos; lo dejamos gritando cuando empezaron a machetearlo. Saltamos del tren dejando al amigo sufriendo, muriendo, pues, dice llorando el hondureño Diego Guillermo Barajas, de 22 años, mientras lava su ropa en un fregadero del albergue católico Casa Nicolás Centro de Apostolado San Nicolás de Tolentino, el único en Monterrey y el noreste de México, una ruta de paso cada vez más peligrosa y solitaria hacia Estados Unidos.
Se seca las lágrimas; dice que la culpa no lo deja dormir. “Seguía yo, por eso no me quedé; no pude salvarlo, no pude. Éramos cuatro, nos conocimos en el camino. Llevábamos muchos días caminando y nos subimos a un vagón de tren para dormir. Extendí un plástico negro para acostarme cuando se subieron varios hombres armados con machetes; uno de ellos agarró a mi amigo y lo hincó. Le dijo: ‘¿con quién vienes? ¿Con esos tres? ¿Quién te mandó, hijo de puta?’, y vimos cómo le dieron los primeros dos machetazos, así nomás, sin razón. Él empezó a rogar: por mi madrecita, yo no he hecho nada. Luego corrimos a la montaña. Nos pasaron cosas bien gachas... de los cuatro sólo quedé yo”.
¿Cuántos migrantes han muerto o desaparecido en su paso por México? Los números de las ONG hablan de una verdadera tragedia que no está siendo atendida por el Estado. El noreste es el trampolín y ya no hay migración masiva, sólo pequeños grupos. La mayoría de los que llegan es porque están bien conectados en la frontera, y si no, pues se quedan en Monterrey, una ciudad muy violenta y poco solidaria con la migración centroamericana, lo que ha provocado una baja considerable en el flujo migratorio en esta zona, dice Arelí Palomo, investigadora de campo para Idheas, Litigio Estratégico de Derechos Humanos, AC.
El trampolín
Fredy Mondragón lleva 19 días de viaje desde que salió de su natal Colón, Honduras. Es la primera vez que intenta cruzar a Estados Unidos; va a Los Ángeles, California, donde viven dos hermanas. Apenas se subió a La Bestia,en cuyo techo viajan hasta mil centroamericanos diariamente, fue testigo de cómo caían tres compatriotas: o mueres en accidente o te matan los mentados grupos del crimen organizado, dice sonriendo.
Está en el dormitorio de la Casa Nicolás; viste pantalón corto color café y camiseta blanca. El lugar está casi vacío, pero tiene la firme intención de llegar a Reynosa, donde lo espera un polleropara pasarlo. En Honduras trabajaba en la siembra de maíz, frijol y café. Ganaba 100 dólares al mes. Con eso no se vive, por eso me armé de valor para pasar por aquí y llegar al otro lado, donde dicen que puedo ganar hasta 2 mil 500 dólares a la semana.
Al lado están Erick Eduardo Rivas y el sobrino de éste, Juan José Rivas. Quieren ir a Carolina del Norte, donde trabajarán en un yonke si finalmente alcanzan su destino. Es una ruta muy peligrosa. Vimos cómo en Veracruz a un señor lo mataron a machetazos; le abrieron el estomago frente a todos. En Lechería vimos cuando un señor se cayó del tren y le partieron las piernas. También, cómo unos hombres con metralleta y puñal bajaron a cuatro muchachas y se las llevaron, dice Erick Eduardo.
Su sobrino, Juan José, de 20 años, recién casado, dejó a su bebé parabuscar progresar, porque como campesino no podía ni mantenerse solo:Con todo lo que he visto me dan ganas de regresarme. Es más, si me llegan a deportar, no vuelvo. Quiero llegar, pero a la vez me da miedo.
Lo más difícil de soportar, además del miedo –dice–, es el hambre. Es lo que más pesa, las ganas de comer. Son días enteros sin probar nada. Uno se siente desmayar, pero el recuerdo de tu gente te hace seguir.
Dice que le gustaría quedarse a trabajar en Monterrey, ya que tiene conocimientos en soldadura, aunque también de eso tiene miedo. El albergue tampoco es un lugar seguro. Hace tres meses secuestraron a tres migrantes hondureños: Jesús Olmos García, Moisés Javier Carrasco y Carlos Alfredo Álvarez, de 17, 20 y 29 años. Esperaban ingresar al centro ubicado en el municipio de Guadalupe cuando pasó una camioneta con hombres fuertemente armados y se los llevaron.
Los centroamericanos son secuestrados como negocio, para pedir rescate a sus familiares de Estados Unidos, o bien, para reclutarlos en los grupos del crimen organizado. Este es un corredor de paso a la frontera. Monterrey es una plaza dura, conflictiva, y el migrante olfatea, se comunican entre ellos. Cada vez llegan menos, ya que es un lugar con poca solidaridad para los migrantes. Los policías los detienen para extorsionarlos y luego los entregan a los grupos del crimen organizado, afirma el presbítero Luis Eduardo Villarreal Ríos, director de la Casa Nicolás, abierta en 2008 con cupo para 75 personas.
Está sentado en un comedor amplio y vacío; apenas hay tres indocumentados en la estancia, tres más en el cuarto de hombres y una mujer en la otra sección.Mientras a Saltillo, Coahuila, llegan oleadas de más de 100 al día, aquí apenas tenemos a 15. Hay mucho miedo. Nos acaban de secuestrar a tres chavos. Seguramente para reclutarlos para trabajo forzado o de sicarios. Incluso, a veces sentimos que tenemos la casa cercada.
Heidi Marisela, de 20 años, dejó San Lorenzo Valle, Honduras, hace 20 días. En la travesía ha padecido todo tipo de abusos. Los garroteros que cuidan el tren le quitaron los 700 pesos que traía y la golpearon. Están acostumbrados a abusar de las mujeres migrantes a cambio de permitirles subir al tren.
Se estima que seis de cada 10 son violadas. Según estadísticas de la Secretaría de Gobernación, anualmente ingresan a México más de 150 mil indocumentados, pero según las organizaciones no gubernamentales, en realidad son alrededor de 400 mil, de los cuales 30 por ciento son mujeres.
El coyote, a quien le pagó mil 500 dólares, la abandonó. Su meta ahora es llegar a Piedras Negras, donde la espera doña Lourdes, el enlace con el pollero,quien finalmente cobrará 3 mil dólares, que serán pagados por su hermana, quien vive en Virginia.
“Policía, migración y crimen organizado lucran con los indocumentados. Los agreden los grupos del hampa, luego los garroteros, el chofer y los coyotes, y siguen siendo invisibles, sólo se percatan de ellos cuando encuentran sus cadáveres”, dice el sacerdote Villarreal.
Heidi Marisela sonríe. Cuenta que vivía con su hermana en Virginia y trabajaba en un restaurante lavando platos, pero las autoridades migratorias de Estados Unidos la deportaron el pasado 17 de abril. Estuvo presa tres meses y medio vestida con uniforme naranja. Compartía celda con una argentina que continuamente abusaba sexualmente de ella con la amenaza de asesinarla: Aun así, quiero volver. Cuando uno pasa para el otro lado siente una vida nueva; algo maravilloso, dice convencida.
Está sola en el dormitorio de mujeres de la Casa Nicolás. Tiene los ojos color miel y una sonrisa que deja ver la pérdida de varios dientes frontales. Dice que en Honduras trabajaba en una empacadora de melones y camarón. Le pagaban dos lempiras por libra, con lo cual no podía vivir. Los mareros la perseguían constantemente e intentaron violarla: Fue horrible. Vida solo hay una. No vale la pena volver a Honduras. Prefiero arriesgarme.
http://www.jornada.unam.mx/2012/10/28/politica/002n1pol
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5olitario CHAT
E5LN
Entradas populares
-
Aprueban delegados cambio de estatutos; el nuevo órgano estará por encima de todos los comités Exigen maestros aumentar a $374 su salario ...
-
POLÍTICA NACIONAL 24/NOV/2012 15:50 HRS Felipe Calderón engañó a México: Zambrano El líder del PRD dijo que si el P...
-
Posted by Superwarfarinas on October 27, 2012 under 1.-Noticias | Be the First to Comment Comentario @SuperWarfarinas : Es una tra...
-
El 20 de noviembre darán a conocer los resultados de la consulta en todo el país SUSANA GARCÍA GUTIÉRREZ Y RAYMUNDO RUIZ AVILÉS ( Repor...
-
Se prevé que la manifestación de sindicatos cercanos al PRI continúe hasta la tarde de este jueves, provocando una circulación sobre la aven...
-
Exhibe Marina cadáver de “El Lazca”. Foto: Semar MÉXICO, D.F. (apro).- El pasado domingo 7, antes de cruzarse en su camino una patrulla de l...
-
SÁBADO, 13 DE OCTUBRE DE 2012 por Victor Hernández Ayer en su columna de chismes, el diario El Universal alegó que MORENA sería ...
-
Miembros de la CTM y CROC, González Cuevas y Neyra sólo exigen que no se audite a los sindicatos Ernesto Gándara y Javier Lozano, presidente...
Blog Archive
- sept 20 (1)
- sept 21 (11)
- sept 22 (7)
- sept 23 (7)
- sept 24 (10)
- sept 25 (9)
- sept 26 (15)
- sept 27 (18)
- sept 28 (18)
- sept 29 (15)
- sept 30 (9)
- oct 01 (22)
- oct 02 (19)
- oct 03 (23)
- oct 04 (16)
- oct 05 (14)
- oct 06 (13)
- oct 07 (20)
- oct 08 (23)
- oct 09 (19)
- oct 10 (20)
- oct 11 (13)
- oct 12 (13)
- oct 13 (15)
- oct 14 (17)
- oct 15 (14)
- oct 16 (12)
- oct 17 (13)
- oct 18 (9)
- oct 19 (17)
- oct 20 (14)
- oct 21 (10)
- oct 22 (22)
- oct 23 (21)
- oct 24 (15)
- oct 25 (11)
- oct 26 (21)
- oct 27 (15)
- oct 28 (16)
- oct 29 (14)
- oct 30 (16)
- oct 31 (12)
- nov 01 (19)
- nov 02 (12)
- nov 03 (20)
- nov 04 (16)
- nov 05 (23)
- nov 06 (10)
- nov 07 (14)
- nov 08 (18)
- nov 09 (13)
- nov 10 (11)
- nov 11 (14)
- nov 12 (14)
- nov 13 (17)
- nov 14 (21)
- nov 15 (17)
- nov 16 (19)
- nov 17 (9)
- nov 18 (15)
- nov 19 (16)
- nov 20 (16)
- nov 21 (6)
- nov 22 (12)
- nov 23 (12)
- nov 24 (7)
- nov 25 (17)
- nov 26 (21)
- nov 27 (14)
- nov 28 (14)
- nov 29 (15)
- nov 30 (12)
- dic 01 (1)
- dic 02 (21)
- dic 03 (17)
- dic 04 (20)
- dic 05 (10)
- dic 06 (19)
- dic 07 (7)
- dic 08 (8)
- dic 09 (4)
- dic 10 (6)
- dic 11 (3)
- dic 12 (5)
- dic 13 (3)
- dic 15 (8)
- dic 16 (1)
- dic 17 (28)
- dic 18 (5)
- dic 19 (16)
- dic 20 (12)
- dic 21 (5)
- dic 22 (5)
- dic 23 (12)
- dic 24 (12)
- dic 25 (9)
- dic 26 (5)
- dic 27 (15)
- dic 28 (2)
- dic 29 (11)
- dic 30 (10)
- ene 01 (10)
- ene 02 (5)
- ene 03 (1)
- ene 08 (3)
- ene 09 (9)
- ene 10 (6)
- ene 11 (5)
- ene 15 (2)
- ene 16 (3)
- ene 17 (4)
- ene 21 (2)
- ene 25 (3)
- ene 28 (4)
- ene 29 (1)
Con la tecnología de Blogger.
0 comentarios:
Publicar un comentario