http://www.sdpnoticias.com/columnas/2012/09/27/el-regalo-que-calderon-le-tiene-a-pena




Por más protestas, movilizaciones, foros y debates sobre la contrarreforma laboral que PRI y PAN ya tienen acordada, los representantes populares están demostrando, no todos por supuesto, que en realidad no son representantes populares sino representantes de los tres grupos beneficiados con la mentada "reforma laboral": patrones, líderes de sindicatos charros y funcionarios disfuncionales que sólo velan por sus intereses y no por el de los trabajadores mexicanos.

Esta reforma es ni más ni menos que el regalo que Calderón le tiene envuelto a Peña Nieto para que no se olvide de él, en el remoto caso de que sea llamado a cuentas por la corrupción y los desastres de su administración fallida.

Con el pretexto de la URGENCIA de una "reforma" que permita aumentar la inversión extranjera van a legalizar, en pocas palabras, la explotación de los trabajadores, van a disminuir los derechos conquistados y van a profundizar la precariedad en la que viven millones de mexicanos, que ya no aguantan más.

Estamos a unas horas de la aprobación, por mayoría de dedos levantados, de un retroceso monumental para la clase trabajadora que es la única que realmente trabaja y mantiene al país de pie, cojeando pero de pie.

Desgraciadamente constataremos, una vez más, que la razón y la verdad siguen siendo postergadas para dar paso a la sinrazón y a la mentira. Sin embargo, lo cierto es que la realidad se irá imponiendo cuando ocurran los despidos injustificados, la contratación por horas - de a siete pesos la hora -, los salarios pírricos, la falta de seguridad social y de oportunidades de superación.

Mano de obra barata para que los patrones se sigan enriqueciendo a costa del sufrimiento de las mayorías que, hoy por hoy, permanecen desinformadas de lo que les tiene preparado el "nuevo" PRI con su retorno triunfal.

Los esperanzados, los que no bajan la guardia y se mantienen luchando en las calles por distintas entidades de la república, no van a darse por vencidos tan fácilmente, en especial los jóvenes que están tomando su papel en la definición del futuro que merecen y no en el que los mismos de siempre quieren dejarles.

Ellos saben muy bien quiénes son los que están detrás de esta "reforma", y más temprano que tarde les pasarán la factura.